LUGARES COMUNES

INTERVENCIÓN  EN PLAZAS DE VITACURA

SANTIAGO, CHILE, 2008.

LUGARES COMUNES consistió en ocupar 40 plazas de la comuna de Vitacura para instalar en un banco de cada una un listón de mármol inscrito en bajorrelieve con un refrán popular. La plaza es un lugar que comparten los habitantes de la comuna. Las relaciones comunitarias se establecen mayoritariamente fuera del espacio privado, por lo que no hay integración social sin espacio público. El espacio público se liga de manera indisoluble al ejercicio de la ciudadanía, involucrando sus derechos y deberes cívicos, políticos y sociales, y constituyéndose en el soporte de la construcción de la identidad ciudadana y la expresión comunitaria. La plaza es el lugar donde podemos encarar a quienes son distintos a nosotros y a quienes son iguales, es el punto de encuentro casual o concertado, de la conversación, el debate y el conflicto. Vitacura cuenta con 100 hectáreas de plazas y parques, convirtiéndose en la comuna que lidera el país en estos espacios por número de habitantes.

Una vez que definimos las 40 plazas o “lugares comunes” urbanos, revisamos los diversos proverbios y refranes de nuestra tradición e idiosincrasia para incorporar a cada plaza estos “lugares comunes” del lenguaje popular y la memoria. Los proverbios son “sentencias cortas extraídas de experiencia larga" trasmitidas de generación en generación, que definen determinadas situaciones o dilemas. Al instalarlas en la parte posterior de un banco de cada plaza, pretendimos que entablaran contacto con el visitante de esos espacios, estimulándolo a pensar, a recordar, a confirmar o poner en duda la efectividad de estos dictámenes arraigados en su cultura, desarrollando una especie de reevangelización popular dispersa por la comuna, con aire de monumento en sus soportes de mármol.

En una acción simple que confrontaba lo anterior, vestidas de manera idéntica y de espaldas al espectador, nos sentamos sucesivamente en cada uno de los bancos intervenidos, ubicadas siempre a los extremos del refrán. La imagen de dos mujeres separadas entre sí, donde la placa del proverbio hace de unión-des-unión entre ellas, dos mujeres semejantes desencontradas ocupando cada una el lugar de la otra o el de ninguna y mirando un panorama siempre ligeramente distinto, habla sobre la comunicación-incomunicación propia del lenguaje y de nuestro tiempo, en una escena y un discurso en que incluso el espectador es cuestionado como un intruso.

Además de los 40 refranes en listones de mármol instalados en los bancos de las plazas, las imágenes de estas intervenciones fueron transferidas a lápidas también de mármol para su exhibición permanente en la Municipalidad de Vitacura.